Cuando se trata de ganar elecciones, no basta con contar con una plataforma sólida de medidas para mostrar a los electores. La forma en que los ciudadanos perciben la apariencia de cada político es clave para obtener resultados positivos en un proceso electoral.
Política, estética y redes sociales
El uso masivo de las redes sociales ha llevado a que los políticos vean como algo fundamental incrementar su presencia en cada una de las plataformas de uso masivo, como Instagram, Facebook y Twitter. Puesto que la mayoría del contenido publicado en las redes es de tipo audiovisual, los asesores de los hombres y mujeres fuertes de la política hacen gran hincapié en la necesidad de que estos se muestren jóvenes y atractivos.
Las intervenciones estéticas son algunas de las formas mediante las cuales los políticos mantienen una imagen de juventud y fortaleza. Implantes capilares y protesis mamarias son ejemplos de ellas. Es de esperar que con el correr del tiempo esta tendencia se profundice, dado que la imagen ha sido siempre un elemento fundamental a la hora de ganar elecciones, y con las redes sociales esto solo se ha hecho más evidente.
Una imagen vale más que mil palabras
A partir del aspecto físico de un político, la sociedad puede crearse una idea, acertada o no, de la personalidad y estilo de gestión del candidato. Un hombre o mujer fuertes pero de apariencia desgastada por los años pueden dar una imagen de fragilidad que no coincide con la realidad.
Un político no es reconocido por su nombre, sino que las personas asocian sus dichos y acciones con su apariencia. En este sentido, los profesionales de la estética continuarán teniendo un rol creciente en las campañas electorales, buscando resaltar los aspectos físicos más atractivos de sus clientes de cara a la sociedad.