Las finanzas familiares han sido duramente afectadas por el efecto de la pandemia COVID. El cierre de actividades, con la consecuente caída del empleo, ha dejado sin ingresos a una importante proporción de la población. En este sentido, muchas familias han tenido grandes dificultades para cubrir sus necesidades básicas en los últimos meses.
En esta línea, las políticas activas en materia social de los diferentes gobiernos son vitales para lograr contener a personas en situación de fragilidad. Los subsidios por desempleo son un paliativo para contener el fuerte aumento de los niveles de pobreza que se observa alrededor del mundo desde comienzos del año pasado.
El aporte de la seguridad social cumple dos funciones clave. Por un lado, da a las familias una ayuda para seguir adelante mientras la situación económica se recupera, especialmente para aquellos que han perdido el empleo.
Por el otro, inyecta dinero en la economía, que terminará en manos de empresarios y comerciantes, dando así un impulso a actividades muy golpeadas por la crisis. Este ciclo virtuoso podría tener un efecto decisivo para una salida pronta de la recesión económica.